Maravilloso Dios tú que todo lo sabes vengo a ti solicitando el clamor de tu amor, para conseguir la protección maravillosa, que solo tú me puedes dar. Ya que eres nuestro Padre Celestial, que todo lo puede e intercedes con clemencia ante nuestras necesidades. Actuando conforme a tu palabra y a tus promesas con nosotros.
Hoy en un día tan esplendido solicito tu presencia y la gracia que traes con ella. Para que me pueda ir bien, logrando todos nuestros propósitos. Tu que sabes que actuó bien y siempre estoy para los demás, te pido que me acompañes. No permitas, que te desobedezca y que no acepte tu voluntad cuando lo deba hacer.
¡Bendito, Jehová! Creador del cielo y la tierra quien más que tú me puede acompañar en los momentos, mas difíciles. Iluminando mi sendero para indicarme por donde debo caminar y la forma correcta de actuar. No dejes que los sentimientos negativos se alojen en mi corazón, porque eso nada bueno trae.
Tu eres un Dios misericordioso, capaz de hacer los milagros más puros para nuestra vida, para que podamos tener bienestar y disfrutar de ella. Obteniendo alegría suficiente para saber enfrentar las adversidades, con una sonrisa dibujada en nuestro rostro. Con humildad te clamo ¡Que por favor te hagas presente!
Es increíble tu bendito poder cuando nos acompaña a todos los lugares y bendice todos nuestros proyectos. Ayúdanos en nuestra salud, en el trabajo y a nuestra familia. Te pido por cada uno de mis familiares, que tal vez necesitan paz y serenidad. Sé tu el proveedor de todo lo que necesitan. Porque es que contigo ¡Mi Dios Bendito! Nos encontramos siempre seguros.
Precioso son tus actos bondadosos y el perdón que nos otorgas, incluso cuando no lo merecemos. Hoy nos encontramos arrepentidos de los pecados cometidos, muchas veces los realizamos sin ninguna mala intención, solo no nos damos cuenta del mal que estamos ocasionando.
Muchas veces perdemos la paciencia necesaria para salir adelante todos los días y solucionar cada cosa. Por ello, resulta tan importante para nosotros la serenidad, ya que eso mantiene nuestro corazón con paz y nuestra mente dispuesta. Aunque eres tu quien tiene el control del discernimiento, por eso te entregamos el control de nuestra vida.
Es bendita cada palabra que pones en nuestra mente y que nos sirve como guía espiritual. Por medio del Espíritu Santo recibimos cada mensaje clamado. ¡Oh, amado Señor! Se que sin ti en este mundo tan grande y lleno de pruebas estaríamos perdidos. Afortunados somos de contar con tu bendecida ayuda todos los días.
Creo y doy fe de tus nobles actos en mi vida, son pequeños milagros que suceden porque estas allí obrando por todo lo que necesitamos y por cada cosa. Es fundamental para mí, tenerte en mi corazón porque así puedo actuar conforme a tu palabra.
Te encomiendo mi vida en tus manos ¡por favor no me desampares ni de día y tampoco en las noches oscuras! Amable eres por escuchar mis suplicas y cumplirme todo lo que necesito. Gracias por tantos regalos maravillosos regalos, que guardo como tesoros valiosos dentro de mi corazón.